Cracovia y Auschwitz: una historia de frío extremo

Cracovia es la ciudad más turística de Polonia, y sin duda una de las más bonitas. El centro es bastante pequeño, se puede recorrer a pie de punta a punta, y me recuerda bastante a Tallin, la capital de Estonia por sus rasgos medievales. Se puede ver toda la ciudad en un par de días, de hecho nosotros empleamos un día entero en ver la ciudad y otro visitando el campo de exterminio de Auschwitz.

El viaje en tren desde Budapest hasta Cracovia fue de lo más curioso, llegamos de noche y nos fuimos directamente a dormir. El siguiente día nos despertamos y nos pusimos en marcha, teníamos solo un día para ver la ciudad de arriba abajo. Era febrero y hacía un frío increíble, así que nos abrigamos bien y emprendimos la marcha.

Qué ver y hacer en Cracovia

La parte vieja de la ciudad es donde se concentran todos los puntos turísticos: en el centro está la Plaza del Mercado con la Basílica de Santa María, la Torre del Antiguo Ayuntamiento y el Mercado, rodeando la parte vieja hay un espacio verde llamado Planty, y justo pegada al exterior del casco antiguo está la colina donde está situado el Castillo de Wawel, que alberga la Catedral de Wawel junto con la estatua del difunto Papa Juan Pablo II, que era polaco.

Torre del antiguo Ayuntamiento y Mercado de Cracovia
Basílica Santa María de Cracovia
Vendedores de lienzos en la muralla

Algo alejado de la zona antigua está el barrio judío de Cracovia, que, en mi opinión, tampoco tiene nada especialmente interesante salvo un par de fachadas con rótulos en hebreo.

Rótulos en hebreo en el barrio judío

Polonia es un país muy barato, idóneo para llenar el buche y beber cerveza a lo loco. En Cracovia coincidimos con dos amigos que son pareja y aprovechando el excepcional ambiente nocturno de Cracovia salimos a tomar unas cervezas. ¡Nos lo pasamos genial! Lo más duro, el volver andando a casa afectados por la bebida y con el frío que hacía :S

Auschwitz, el campo de exterminio Nazi

Situada a una hora en autobús de Cracovia, Auschwitz-Birkenau no deja indiferente a nadie. Ya había estado anteriormente dos veces en el campo de concentración Sachsenhausen de Berlin, pero este lugar no tiene nada que ver con nada que haya visto antes. Pagamos 20 euros por el viaje, y nos llevaron en un minibus. Cabe decir que el día en Auschwitz ha sido el día en el que más frío he pasado en toda mi vida, más que cuando dormí a -15 grados en los bosques de Finlandia: yo preparado con las ropas más calidad que tenía e imaginándome a los pobres internos del campo en pijama de rayas…

En pocas palabras: ¡no me gustó! Allí sucedieron cosas terribles, y el enfoque que le han dado hoy en día en plan «chiringuito» no me moló nada. No creo que vuelva a otro campo de este tipo en mucho tiempo. ¡Ojo! No es que desaconseje ir, si tenéis curiosidad id. No sé qué más contar sobre Auschwitz-Birkenau la verdad, se me revuelve la tripa al pensar en aquel día. Os dejo un par de fotos inofensivas:

Entrada al campo de concentración
Interior Auschwitz

Aitor

La curiosidad me ha llevado a viajar por más de 70 países, y quiero inspirarte para que tú también viajes barato y sin miedo. En mi blog encontrarás guías de viaje, recomendaciones, consejos y anécdotas.

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