Un taxista nos trasladó desde el Bhuda gate, hasta la entrada de Thamel, el centro de la ciudad de Katmandú, una zona, con un gran número de hoteles, hostales y albergues y con bastante afluencia de extranjeros.
Recorrimos sus calles y todo te sorprende, la gente te ve como un dólar andante y te intenta vender absolutamente cualquier cosa, desde droga, hasta un violín. Además, desde las tiendas, los comerciantes, según pasas por delante de sus tiendas, te ofrecen también todo tipo de objetos y materiales.
Cantidad de coches, motos y cualquier otro tipo de vehículo de transporte se agolpan por las calles del centro, calles no excesivamente anchas, donde las tiendas y la cantidad de gente que circula por ellas las hacen aún más estrechas, este hecho, no parece ser un impedimento para ellos, ya que el tráfico existente es increíblemente elevado. Al igual que la polución, que es tan evidente, que acabas dándote cuenta. Es más, mucha gente va con mascarilla para no respirar el aire tan tóxico que hay.
Como ya he dicho, la cantidad de hoteles y albergues es muy elevado. Dependiendo del presupuesto que tengas planteado gastar o de tus preferencias a la hora de dormir, tienes muchas opciones para elegir tu sitio ideal. Nosotros fuimos a un albergue en la zona centro de Thamel, previo regateo del precio, nos salió por 3,75 euros por persona y noche, es decir, 1000 rupias por noche entre dos personas. El sitio tenía, habitación, baño y era más o menos limpio.
Es recomendable que en el mismo hotel, te faciliten un mapa de Thamel y que te digan los sitios a visitar dentro del mismo Thamel y sus proximidades.
En Thamel, hay muchísimos lugares de ocio para turistas y gente autóctona, coincidió que estuvimos aquí dos noches, de Viernes a Domingo. Y el Viernes, salimos a recorrer la vida nocturna del lugar, fuimos a un bar llamado Purple Haze. Música en directo y buen ambiente son sus principales atractivos.
Fue una noche, de las que se suelen llamar memorables. Conocimos gente nepalí que nos invitó a cerveza, comida y a fumar de una cachimba de esas con sabor a frutas del bosque. También conocimos a un grupo de personas formado por dos chicas y un chico francés, un californiano y un belga, con los cuales, pasamos el resto de días en Thamel, compartiendo diferentes actividades.
Otro de los aspectos importantes en Thamel, es su gastronomía. Empezando por que es tan variada que puedes comer desde comida típica nepalí, hasta hamburguesas tipo americanas, pasando por kebabs o cualquier tipo de pizza. Se puede comer por 2,5 euros por persona, incluyendo la bebida.
También te puedes ir de “shopping”, y conseguir cualquier tipo de chaqueta, botas, camisetas térmicas y todo tipo de material de montaña que te puedas imaginar por un módico precio. Por ejemplo, botas de trekking por no más de 35 euros y chaquetas de invierno de montaña por no más de 35 euros también. Son falsificaciones exactas de marcas muy punteras y conocidas en el resto del mundo, puede que el Gore tex que pone que tienen, no sea muy fiable, pero desde luego estéticamente dan el pego al 100%. Además de material de montaña, tienes otras infinitas tiendas con prácticamente cualquier otra cosa que quieras comprar.
Hasta aquí Thamel, un cachito de ciudad, caótico, diferente y lleno de contrastes.