Nunca jamás hubiese imaginado que iba a tener la oportunidad de sentarme delante del Dalai Lama y escuchar lo que sea que tenga que decir. Siempre me ha parecido un personaje místico y lejano que dice cosas tan sabias como las siguientes:
“El hombre occidental pierde la salud para ganar dinero y después pierde el dinero para recuperar la salud”
“Por pensar ansiosamente en el futuro no disfruta del presente, por lo que no vive ni el presente ni el futuro”
“Viven como si no tuviesen que morir para finalmente morir como si no hubieran vivido”.
El amigo francés con el que hicimos el Trekking en el Himalaya se había enterado de que el Dalai Lama iba a impartir un seminario en un lugar remoto del norte de India, y decidimos unirnos a la aventura. No somos budistas, ni nada por el estilo, pero este viaje que hemos emprendido no va sólo de sacarse fotos en lugares lejanos y exóticos, es una exploración continua de todas las facetas de nuestra propia vida, es también un viaje interior, así que mantenemos la mente abierta ante todo.
Nos costó bastante llegar hasta Sankisa, donde se impartía el seminario. Es un lugar remoto, un pueblo en el que los lugareños no han visto pasar un turista en años, y el viaje en bus hasta allí fue un verdadero desfase (recomendable leer el enlace antes de seguir leyendo, comprenderás mejor mis palabras). Al llegar allí el organizador nos alojó a los turistas occidentales en un hotel de mala muerte que era verdaderamente caro, mientras que los indios y tibetanos que acudieron dormían en la carpa en la que el Dalai Lama impartió las clases; curiosa la diferencia.
Seminario con el Dalai Lama
Siento decepcionaros, el seminario fue bastante flojo, y no estuvo bien organizado, fue al más puro estilo indio: un verdadero caos. Tuvimos que esperar muchísimo para conseguir la acreditación, no nos repartieron unos cuadernillos que debían haber distribuido desde el comienzo, con lo que estuvimos algo perdidos al principio, y la traducción era regulera. El Dalai Lama hablaba en tibetano, y nosotros, mediante una radio fm que tuvimos que llevar, seguíamos la traducción simultánea al inglés, pero la traducción al hindi se hacía en voz alta después de que el Dalai Lama hablara. Lo curioso es que, el líder budista hablaba durante 5 minutos para explicar algo, y la traducción al hindi se extendía por más de 10 minutos, así que entre intervención e intervención del Dalai Lama transcurrían más de 10 minutos, y era “complicado” seguir el hilo.
En cuanto al contenido, todo lo que el Dalai Lama nos contó fue muy simple y básico, y es que nos comentaron que debía de estar “preparado” para el modesto nivel intelectual de los indios allí presentes. Sobre todo se centró en explicar ritos budistas, y hubo poca “filosofía para la vida” que era lo que los occidentales esperábamos. En este mes y medio en India nos hemos dado cuenta de que la grandísima mayoría de los indios son incapaces de pensar de forma divergente, no piensan fuera del marco establecido (incluso los que han acudido a la universidad y tienen estudios superiores), por ello buscan normas preestablecidas para regir sus vidas; ritos y procedimientos que les ayuden a vivir. Y la verdad es que esto explica cómo es posible que tras haber sido colonizados por holandeses, portugueses, franceses y británicos, entre otros, India siga siendo India, que la gente viva de una manera total y absolutamente distinta a la nuestra, que aún vistan sus trajes tradicionales, que sigan con tanto fervor sus ritos y creencias; parecen impermeables ante las nuevas ideas. Incluso ahora que todo indio tiene un smartphone y una motocicleta usan estos avances de la tecnología a su manera (de una manera bastante temeraria por cierto), hasta McDonald’s tuvo que adaptarse para entrar en India.
Así pues, la única enseñanza impartida por el Dalai Lama que me pareció realmente destacable fue esta: “los pensamientos negativos brotan de la ignorancia”.
Cuando nos encontramos ante una situación extraña, ante algo nuevo que no entendemos y que no encaja con nuestra manera de concebir el mundo, como cuando yo no entiendo a los indios, por ejemplo, los pensamientos negativos empiezan a brotar, me pregunto por qué los indios actúan de una manera tan poco lógica y racional, mi mente divaga en busca de respuestas, y los pensamientos negativos brotan; incomprensión, rechazo, ganas de darles una paliza y enseñarles a hacer las cosas como Dios manda y ser personas civilizadas. Mi mente occidental no es capaz de racionalizar la situación, mi ignorancia, mi incomprensión hacia otra cultura hace que me angustie; pensamientos negativos brotan en mi mente por culpa de la ignorancia, por no saber entenderles.
Lo que propone el Dalai Lama ante esta situación es dar amor. Dar amor a eso que no entiendes, quererlo como si fuese tuyo, porque todos estamos conectados. Si yo hubiese nacido en India hubiese tenido esa vida, hubiese tenido esta antieducación, sería uno de esos indios que ahora no entiendo. No hace falta comprender nada, no podemos ser sabios en todo, lo que está en nuestra mano es respirar, sonreír y tratar con amor eso que nos hace sufrir, porque es parte de nosotros.
Si quieres viajar a India o ya estás de viaje por India, te recomendamos nuestro post sobre viajar a India de mochilero, donde explicamos todo lo que necesitas saber sobre cómo organizar el viaje, cómo moverte por India, etc.
Maravillosa la reflexión final, y el blog en general. Enhorabuena.
(Una getxotarra helvética)
Merci! 😀