Chefchauen y las cascadas de Akchour (Marruecos)

Salimos tarde de Fez, y en vista de que llegaríamos muy tarde a Chefchauen, decidimos posponer su visita e ir directos a las cascadas de Akchour, para dormir tranquilamente en el coche.

Cascadas de Akchour

Como el parking en el que comenzaba la caminata hasta las cascadas era de pago (1€), aparcamos al lado del río, un poco apartados de la carretera. Había un grupo de gente local en el lugar: las mujeres hacían la colada, los niños jugaban, y los hombres… no tengo muy claro qué hacían los hombres.

Tras darnos un baño en las frías aguas del río y presenciar cómo el sol se escondía detrás de las montañas, nos metimos en el coche para dormir. Borja tuvo la genial idea de ver una peli, así que sacamos el ordenador y empezamos a ver la trilogía del Señor de los Anillos mientras comíamos varios bocadillos.

Al amanecer, dejamos el coche donde estaba y anduvimos los 2,5 kilómetros que nos separaban del parking de las cascadas, y al llegar allí, comenzamos el trekking. Había dos caminos, y nadie estaba por la labor de indicarnos gratuitamente cual era el correcto, así que decidimos tomar el de la derecha, que tras media hora de pateada confirmamos que no era el correcto; desanduvimos lo andado para pillar el de la izquierda. Continuamos por el camino durante varios kilómetros (aunque nos dijeron que no se tardaba más de media hora a pie), pero finalmente el calor y la falta de agua potable (sí, fuimos sin agua…) nos obligaron a darnos un baño antes de llegar a las cascadas, tras el cual decidimos darnos la vuelta porque se nos estaba haciendo tarde; aun debíamos visitar Chefchauen y conducir hasta Assilah.

Chefchauen

La gracia de Chefchauen es que la medina del pueblo está pintada de azul. Esta moda comenzó en el año 1930, cuando a un habitante judío de Chefchauen se le ocurrió pintar de azul las fachadas de las casas para atraer visitantes. La verdad es que la medina mola bastante, la mezcla de azules y blancos relaja la mente, y se nota en el ritmo de vida de los locales.

El mercado es un sitio extraordinario, está justo al otro lado del muro de la medina, rebosante de frutas y verduras de todos los colores, pescados, pan, etc. Aquí el ritmo es algo más alocado, pero ha sido el primer sitio en todo Marruecos en el que hemos pagado el mismo precio que la gente local y no nos han querido timar por ser turistas:

  • Nectarinas: 0,80€/kg
  • Zanahorias: 0,60€/kg
  • Manzanas: 1€/kg
  • Melón: 0,30€/kg
  • Pan: 0,12€/u

Contentos por la compra y relajados por la atmósfera de Chefchauen, fuimos hacia el coche para poner rumbo hacia Assilah. Cabe destacar, como anécdota, que me dejé totalmente abierta la ventanilla del coche, y que nadie robo nada de su interior. Chefchauen tiene algo especial, no parece Marruecos.

Aitor

La curiosidad me ha llevado a viajar por más de 70 países, y quiero inspirarte para que tú también viajes barato y sin miedo. En mi blog encontrarás guías de viaje, recomendaciones, consejos y anécdotas.

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