Belgrado, ex capital de Yugoslavia, es sin duda la ciudad más moderna de Serbia. Si visitas solo Belgrado, no sabes qué es Serbia, porque Belgrado no tiene nada que ver con el resto del país; es como un oasis del capitalismo en medio de un país completamente empobrecido. La capital de la antigua Yugoslavia todavía conserva las cicatrices del bombardeo de 1999.
Veníamos de pasar el día en Sarajevo, y llegamos de noche a Belgrado. Nuestro hostal era un barco en el Danubio: todo un lujo. Nos costó localizar el hostal, lo que nos permitió recorrer la ciudad de noche, disfrutando de los edificios iluminados y la vida callejera. Aunque algunos digan que Belgrado no tiene muy buena pinta, a mi me pareció una ciudad genial.
Al día siguiente, hicimos todo tipo de actividades en Belgrado; dimos un paseo por la ciudadela, pudimos visitar el museo nacional, nos acercarnos a la tumba de Tito (ideólogo y secretario general de Yugoslavia), comimos souvlaki, salimos a escuchar música en directo, beber rakia, etc.
No tengo mucho más que contar sobre Belgrado, así que os dejo estas fotos para que disfrutéis.
Belgrado es una ciudad de muchos contrastes. Todavía recuerdo la primera vez que visité la ciudad en el año 2000. Eran impresionantes los impactos de las bombas en los edificios de la ciudad. Se que aún conservan algunos en ese estado como memoriales. Pero más allá de la guerra, el pueblo serbio es uno de los mas hospitalarios que he conocido.
Totalmente de acuerdo Kim.