Novi Sad es la segunda ciudad más grande de Serbia y la capital de la provincia de Vojvodina, aunque apenas tiene 300.000 habitantes. Está al norte de Serbia, a una hora en coche de la frontera de Croacia, nuestro punto de entrada al país.
La segunda ciudad más importante del país por tamaño y también por la importancia de su industria, pero la realidad que se vive en Novi Sad es muy distinta a la que nos podemos imaginar dados los datos anteriores: Novi Sad es un pueblo de lo más tranquilo.
En mi viaje por los Balcanes fui acompañado de dos autóctonos, lo cual hace el viaje muchísimo más interesante y fácil. Además, soy un friki del conflicto que ha vivido y sigue viviendo la zona, así que desde el principio tuve todo de cara.
Novi Sad fue mi primer contacto con Serbia, condujimos desde Eslovenia, cruzando Croacia hasta entrar en Serbia. Aparte de que tuvimos que parar en la frontera para mostrar nuestros carnés de identidad, notamos que habíamos entrado en Serbia porque el asfalto estaba hecho polvo. Llegamos a nuestro hostal exhaustos, pero ya desde el primer momento gozamos de la amabilidad y servicialidad de los serbios con los visitantes; nada más llegar nos pusieron un par de chupitos de rakia.
Qué ver y hacer en Novi Sad
Siendo sincero, no hay demasiadas cosas que ver en la ciudad. Tienen una bonita plaza central, un par de calles en las que hay un ambiente excepcional durante el atardecer y la noche, un par de iglesias y el fuerte de Novi Sad, que es la principal atracción. En el fuerte se suelen realizar todo tipo de eventos, entre los que destaca EXIT, al que tengo que asistir algún día.
Serbia no es un lugar especialmente impactante por sus paisajes o sus edificaciones, lo flipante de Serbia es la comida autóctona. Por los Balcanes han pasado muchísimas culturas distintas, y cada una ha aportado su granito de arena, turcos, austro-húngaros, griegos, etc. Aquí os dejo unas fotos para que empecéis a salivar 😛
Aparte de la comida y la gente, Novi Sad no tiene mucho, el Danubio está sucio, el aire contaminado porque los coches son viejísimos, muchas fachadas medio derruidas, pero las apariencias engañan, y si eres capaz de superar la barrera visual, puedes disfrutar de lo lindo.