Islandia, primer viaje sin padres

En julio de 2004, yo tenía 12 años. Llevaba un año cantando en el coro Kantika Korala de Leioa, y este era el primer viaje importante que hacía sin mis padres: una cosa es ir a la vuelta de la esquina de campamento con el colegio, y otra muy distinta tomar dos aviones para aparecer en un lugar en el que nunca se hace de noche…

Islandia es un país muy particular. Siendo yo vasco, y estando acostumbrado a ver árboles por todas partes, me impactó el hecho de que en Islandia no haya árboles; tienen un bosque que han plantando los propios islandeses de manera artificial, y nada más, el resto del paisaje está pelado.

Otro factor que llama la atención es que todas las edificaciones son modernas, casas prefabricadas, iglesias modernas hechas de hormigón al desnudo, etc.

Los coches tampoco dejan indiferente a nadie, hay muchos coches americanos, clásicos y modernos. Pero lo más destacable es que las ruedas que calzan son inmensas, debe ser que lo hacen para bajarles la presión en invierno y que se adhieran mejor a la nieve.

Al estar situado sobre la falla que separa las placas de América y Europa, es un paraje único; una joya geológica. Las fotos hablan por sí solas:

Los islandeses

Por su parte, los islandeses son personas extremadamente tranquilas, y sin ningún tipo de pudor: muy buena gente. Os explico, nosotros dormíamos sobre unas colchonetas en un colegio público que no tenía duchas, por ello, cada mañana teníamos que ir a ducharnos a unas piscinas públicas, que funcionaban con aguas termales naturales. Para entrar a las piscinas, había que desvestirse entero, dejar la ropa en una taquilla, meterse en una ducha y lavarse los sobacos, los pies y las partes íntimas con un jabón desinfectante que había en las mismas duchas. Pues bien, los islandeses se paseaban desnudos por los pasillos tranquilamente.

Otra anécdota, cuando fuimos a pasear por la zanja que separa las placas del continente americano y el europeo, había un señor apoyado en una barandilla, mirando al horizonte. Al señor se le veía súper relajado, y aparte de súper relajado se le veía también toda la raja del culete…

Reykjavik es la capital de Islandia, y es, sin duda, la «ciudad» más tranquila que he visto en mi vida: apenas hay coches, nadie grita ni habla alto en las calles, etc. Una pasada, y un claro ejemplo de cómo viven los islandeses.

El clima

Nosotros fuimos en verano, y no nos llovió ningún día. Las temperaturas oscilaban entre los 10 y los 15 grados, con una sudadero o una chaqueta y una camiseta por debajo se podía estar bien, se nota que está cerca del círculo polar ártico y en medio del océano.

Ah! y casi se me olvida comentaros la cosa más impresionante de Islandia: en verano no se hace de noche. Puedes estar echando un partido de fútbol a las 11 de la noche y parece que son las 8 de la tarde de un día de verano. Lo curioso es que en Islandia las persianas son como las de oficina, tipo venecianas, y entra muchísima claridad en la habitación durante toda la noche.

Aitor

La curiosidad me ha llevado a viajar por más de 70 países, y quiero inspirarte para que tú también viajes barato y sin miedo. En mi blog encontrarás guías de viaje, recomendaciones, consejos y anécdotas.

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