La Meseta de Waterberg, o Waterberg Plateau en inglés, es un altiplano de 50×16 kilómetros que se eleva 150 metros sobre una llanura cuya extensión alcanza el horizonte. Es un lugar bastante llamativo, y por su localización, una buena meta volante entre Windhoek y el Etosha National Park.
Se trata de un parque natural, y la entrada cuesta 80 dólares namibios (5,40€). Dentro se pueden ver facóqueros, babuinos, mangostas y pequeñas gacelas como los dik-dik por todas partes, aun así, para ver más animales salvajes hay que adentrarse en las profundidades del parque, bien a pie o en todoterreno, pero para ello es obligatorio llevar guía y pagar.
Dormimos en el campamento que está situado en el interior de parque; poner nuestra propia tienda de campaña nos contó 202 dólares namibios (13,5€) por persona y noche. Pero la verdad es que el sitio está decentemente acondicionado, baños limpios y espaciosos, hierba sobre la que poner la tienda de campaña, una piscina enorme con jardín, restaurante, tienda y hasta un mirador.
Nosotros hicimos todo lo que se puede hacer sin pagar ningún extra: anduvimos a pie por algunos de los senderos señalizados que existen, subimos a ver el amanecer a lo alto de la meseta y nos relajamos en la piscina.